jueves, 12 de noviembre de 2009

Caspar David Friedrich


Tuve un sueño, que no era del todo un sueño.
El brillante sol se apagaba, y los astros
vagaban apagándose por el espacio eterno,
oscilaba ciega y oscureciéndose en el aire sin luna;
la mañana llegó, y se fue, y llegó, y no trajo consigo el día.
Lord Byron

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