lunes, 19 de enero de 2009

RETRATO



El significado de los sustantivos abstractos (tenacidad, descaro, indiferencia, miedo, desaliño, rebeldía, extrañeza...) no se ve a menos que tales sustantivos se encarnen. Son, en cierto modo, el alma de la carne, pues atenúan su literalidad. El rostro de la fotografía está literalmente hablando, está compuesto por un conjunto de accidentes geográficos (ojos, boca, nariz, pestañas, pelo etc..) dispuestos de manera convencional. ... Lo interesante es la constatación de que el rostro humano es una combinación diabolica de sustantivos concretos (piel, labios, dientes, cejas, lóbulos, sienes...) y de sustantivos abstractos (belleza, inquietud, tesón, perseverancia, desasosiego, voluntad...). Así nos amasan. Somos el resultado de un encuentro gramatical entre lo que se toca (el higado, la pelvis, el riñon, las costillas) y lo que se siente (la fealdad, la estupidez, la compasión, la belleza, la hermosura...). A veces entre una cosa y otra se da tal alianza de intereses que el rostro merece ocupar la primera del periódico.

Juan José Millás

1 comentario:

Anónimo dijo...

Todo se resume a nuestras entrañas

Según la RAE:

entraña.

(Del pl. n. lat. interanĕa, intestinos).

1. f. Cada uno de los órganos contenidos en las principales cavidades del cuerpo humano y de los animales.

2. f. Parte más íntima o esencial de una cosa o asunto.

3. f. pl. Cosa más oculta y escondida. Las entrañas de la tierra, de los montes.

4. f. pl. El centro, lo que está en medio.

5. f. pl. Voluntad, afecto del ánimo.

6. f. pl. Índole y genio de una persona. Hombre de buenas entrañas.